Un anciano indonesio que sostenía haber nacido en 1870, murió el 30 de abril y fue enterrado el 1 de mayo en una aldea de la provincia de Java Central donde nació y residió los últimos días de su vida, según informan medios locales.

Fumador empedernido, sobrevivió a cuatro esposas, a todos sus hermanos y a todos sus hijos. Decía ser el hombre más viejo del mundo. El documento nacional de identidad de Sodimejo, también conocido como Mbath Gotho (abuelo Gotho), vino al mundo el 31 de diciembre de 1870 en Sragen, una localidad de la zona oriental de Java Central. Sus 146 años lo convertían en la persona viva más longeva del mundo de la que se tenía noticia, aunque dicha marca nunca fue oficializada, ya que su fecha de nacimiento no pudo certificarse.

El hombre fue trasladado al hospital el 12 de abril por un deterioro en su estado de salud.

Suryanto, su nieto, contó a la BCC que, al volver del hospital, su abuelo se fue apagando poco a poco y comiendo menos. «Desde que regresó del hospital, sólo comía alguna cucharada de avena y bebía muy poco». «Un par de días después, y hasta su muerte, se negó a comer y beber”.

¿Adónde vamos cuando morimos? Y, sobre todo, ¿no podríamos quedarnos un rato más? Si pudiéramos elegir, la mayoría de nosotros querría vivir hasta los 100 años, aunque tuviéramos que soplar las velas del pastel con la ayuda de un ventilador. Pero, ¿qué estaríamos dispuestos a hacer para conseguirlo?

¿Adónde vamos cuando morimos? Y, sobre todo, ¿no podríamos quedarnos un rato más? Si pudiéramos elegir, la mayoría de nosotros querría vivir hasta los cien años, aunque tuviéramos que soplar las velas del pastel con la ayuda de un ventilador. Pero, ¿qué estaríamos dispuestos a hacer para conseguirlo?

El doctor Anatoli Brouchkov, jefe del departamento de Geocriogenia de la Universidad Estatal de Moscú, descubrió en 2009 una bacteria que vive hace 3’5 millones de años en las capas heladas del Yakut, en tierras siberianas, que podría explicar las altas tasas de longevidad de los habitantes de la zona y decidió inoculársela para probar su efectividad. Dos años más tarde dijo que seguía sin resfriarse, aunque la manera en que opera en su organismo esta bacteria ‘eterna’, conocida como Bactillus F’.

Redactora: Lucía Martín Yanguas