El pasado 21 de enero del 2017 ocurrió algo increíble en EE.UU.

En la Casa Blanca, situada en la calle Pennsylvania Ave NW, aterrizó un ovni muy extraño de 20 metros de largo y 20 de ancho aproximadamente.

Unos 100 policías y otro centenar de agentes del FBI acudieron a ver qué pasaba y a defender a su presidente Donald Trump, que hacia un día tomó la presidencia de EE.UU.

Más o menos unas 300 personas entre cocineros, guardaespaldas, policías, médicos y demás trabajadores de la Casa Blanca asistieron a este encuentro con el misterioso ovni.

Hoy, un año después, James Johnson, un ex guardaespaldas del presidente saca a la luz la noticia que ha sido ocultada durante todo este año. James le dijo a Trump por las redes sociales que se atreviese a mostrar al mundo dicho ovni.

Trump recibió el mensaje y tras mucho pensarlo, y las presiones de su propio país, decidió mostrar el ovni al mundo y abrirlo en directo.

Trump a las 21:00 llamó a Steven Williams, el jefe del FBI para que trajera a todos sus agentes de los estados cercanos a Washington DC. Allí se presentaron cientos de agentes del FBI, y se presentaron millones y millones de personas.

También vinieron expertos de la NASA preparados para entrar a la nave con Trump, que llevaba una cámara para grabar los sucesos; (esa cámara estaba conectada con todo el mundo para que vieran lo que pasaba). Cuando entraron vieron una especie de cocina moderna pequeña con una mesa en medio y encima un “E.T pequeño”.

El alienígena parecía herido. Había una mini puerta, tan pequeña que no se podía entrar, entonces metieron un pequeño robot con cámara. Se oyeron tiros de pistolas láseres y mucho ruido ensordecedor. En ese momento se perdió la conexión con el robot y desapareció la nave con todos dentro, incluido el presidente Trump.

Estados Unidos se queda sin presidente, ¿han salido ganando ellos o nosotros?

 

Autor: Lucas García Vara