En Australia hay desgraciadamente graves incendios que han envuelto gran parte de esta isla en un manto de llamas. Es uno de los países más secos y cálidos del mundo. Las temperaturas en verano rondan los cuarenta grados de máxima. Si a esto le sumamos la escasez de precipitaciones dan lugar a un ambiente muy propenso a que se inicien y propaguen  incendios forestales con facilidad haciendo muy difícil la labor de los bomberos.

Desde septiembre de 2019 más de doscientos incendios están devastando el país y ya son más de 8 millones de hectáreas arrasadas. Hasta ahora han hallado 27 fallecidos y han sido miles de personas las desplazadas de sus hogares.

Para los animales no está siendo nada fácil con más de mil millones de animales afectados.

Entre septiembre y el 6 de enero emitieron 370 millones de toneladas de dióxido de carbono. Aunque los incendios son normales en Australia,  se han exacerbado por una sequía de tres años. Puede ser el peor incendio registrado hasta la fecha en Australia.

Lo que esta ocurriendo en Australia es una prueba de que el cambio climático es un hecho innegable por lo que es nuestra responsabilidad cuidar del planeta aunque no seamos nosotros los afectados directos de nuestros actos.